@article{B. Goodman_Fernández Díez_2016, title={EMERSON Y EL ESCEPTICISMO: UNA LECTURA DE ‘AMISTAD’}, volume={1}, url={https://revista.latorredelvirrey.es/LTV/article/view/286}, abstractNote={<p>Conversaciones recientes con amigos y estudiantes acerca del ensayo de Emerson sobre la amistad me han hecho sospechar que, al menos a algunos de ellos, les podría parecer que las perspectivas de Emerson resultan demasiado extrañas o radicales, como si no se tratara de la amistad en absoluto. Otros quedarán sorprendidos al ver sus anticipaciones de Nietzsche, cuyo nombre pongo aquí debido a que, igual que Nietzsche, que fue un lector atento suyo, Emerson es un genealogista y remodelador de la moral. Cuando Emerson critica nuestras amistades ordinarias al escribir que casi todas las personas “descienden para conocerse”, está corroborando, sobre todo por las palabras “casi todas las personas”, la posibilidad o realización de algo mejor que lo que normalmente pasa por amistad. Emerson piensa que nuestras amistades son decepcionantes debido a que la amistad es una virtud elevada y exigente. En sus mejores realizaciones, lleva “el mundo para mí”, tal como él señala, “a nuevas y nobles profundidades, y aumenta el significado de todos mis pensamientos”. Posee la capacidad de romper las barreras entre la gente, cancelando “los gruesos muros del carácter individual, la relaciones, la edad, el sexo, la circunstancia”. La amistad es un gran unificador, el criado de lo que Emerson llama “sobrealma” o “unidad”. Pero, como Emerson dice en su ensayo sobre ‘Montaigne o el escéptico’, “hay dudas”. Sus dudas sobre las amistades son el tema principal del siguiente ensayo.</p&gt;}, number={19, 1/2016}, journal={La torre del Virrey}, author={B. Goodman, Russell and Fernández Díez, Antonio}, year={2016}, month={ene.}, pages={44-58} }