Resumen
Hace más de un siglo, bajo el impulso e inspiración del pontificado de Pío X, se fundó el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, en 1909. Antes de ese momento se había iniciado una revolución en los estudios bíblicos dentro del cobijo del Vaticano. A esta fundación, encomendada a la Compañía de Jesús y por ella regentada, le sucederían otras, pero también le precederían algunas como la École Biblique et Archéologique Française de Jérusalem (fundada en 1890 por un miembro de la Orden de Predicadores), sirve precisamente como prueba de la revolución que venía.