Resumen
Si el lenguaje es, como diría Emerson, la tumba de las musas, resulta significativo que en el discurso fúnebre que pronunciaría a la muerte de Thoreau dijese que algunos de los versos de Thoreau eran la "vena más pura, y la más noble, creo, que ha repicado desde este bosque americano exento de poesía".