Resumen
Entre el principio y lo “principiado” (aquello que le sigue, aquello de lo que el principio es explicación, causa o criterio, etc.) hay diferencia. No son lo mismo. Si el principio fuera lo mismo que lo principiado, no podría ser principio pues no tendría nada a lo que anteceder. Por lo tanto, el principio no es primero, sino que lo primero es la diferencia. O al menos, esta es la hipótesis filosófica que Jesús de Garay nos ofrece en su libro Diferencia y libertad. Al modo heideggeriano, Garay aplica esta conjetura para ofrecer una revisión de la historia en general, y de la historia de la filosofía en particular, como el resultado del olvido de la prioridad de la diferencia con respecto a la razón, la libertad o dios, principios habituales en las diferentes tradiciones filosóficas.