Resumen
Del mismo modo que necesitamos conocer la lengua para traducir el texto, necesitamos conocer la cultura para interpretarlo. Este es el primer paso para enfrentarse a las grandes obras de la literatura universal sin caer en el error de creerlas desentrañadas por el mero hecho de ser “universales”. Hay personajes, ceremonias, actitudes, sentimientos, que no tienen cabida en la cultura de recepción, que nos resultan ininteligibles y que son la clave para entender qué dice el texto. Desde el inicio, este libro pretende ser un “rescate” de la figura de Héctor como héroe
principal (después de Aquiles), pero termina siendo una explicación detallada de la cultura homérica sin abandonar el propio texto, con la mera observación filológica, una reflexión sobre el poeta y su arte, pero, sobre todo, una delimitación de la naturaleza y la cultura.