Resumen
El romanticismo tardío de Heinrich Heine (1797-1856) es demasiado natural y no ofrece nada de raro o extraño. De hecho, una pauta de lectura de El libro de las canciones, obra de juventud, es la nostalgia por el pasado en un aspecto doble: como un regreso al hogar que se refiere a un comienzo ya conocido y, por otra parte, literalmente como una anticipación del exilio que el propio Heine viviría en París. El libro de las canciones se lee, de hecho, como el registro de la acusación doble de Heine contra el “sueño de la imaginación” de la política imperial alemana y, por otra parte, contra el uso romántico de la mitología clásica que finalmente no estuvo en condiciones de transformar la realidad.