Resumen
El fundamento de este artículo es, pues, que la respuesta de Agustín al problema del mal gira en torno a la gracia divina, el pecado original y la libertad del hombre. Intentaremos expresar cómo esta problemática ha se guido presente hasta llegar al s. xx, siempre de la mano del Doctor de la gracia y mediante el replanteamiento de problemas que su doctrina teológica ya había tratado de resolver y que conectan con esos tres conceptos anunciados. El problema de la trinidad y del monoteísmo en el cristianismo enlaza íntimamente con el camino que ha seguido la respuesta agustiniana al gnosticismo.