Resumen
Hoy en día leer a Ball supone moverse en un doble terreno. Por un lado, se puede adoptar una actitud de conmiseración doblemente irónica: muchos de sus mayores críticos actuales serán, sin ninguna duda, los que más claramente habrán aceptado, adaptado y consumido sus maneras, su obra y todos los productos culturales de supermercado derivados de sus ideas; eso sí, no valorarán
la forma en que transcurrió su vida. Por otro lado, se puede tomar la decisión de situar al autor en las estanterías de los extra-académicos para mantener una actitud de espera que permita considerarlo en función de las tendencias que estén por llegar en cada momento. Aún así, y aunque el texto de Ball sea un panfleto referido a un periodo histórico concreto, el problema que muestra no es otro del que siempre va unido a los intentos de encajar lo individual y lo colectivo.