Resumen
La noticia se cuela como de rondón en algún que otro informativo: es 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental. En poco más de un minuto, un par de especialistas despachan el encargo y los televidentes nos enteramos apenas del escalofriante impacto de las enfermedades psíquicas y del alarmante incremento de su secuela más dramática: el suicidio. Y hasta ahí. Por delante, nuevamente, otros 364 días en los que será muy difícil encontrar en los medios alguna señal, algún indicio de los que eligen terminar sus días por su propia mano.