Resumen
El término “barroco” no aparece con un sentido artístico hasta 1734, en una breve carta anónima publicada en mayo en el Mercure de France, donde se hace referencia a la ópera Hippolyte et Aricie de Rameau. A partir de entonces, los ejemplos operísticos y musicales son muy numerosos, apareciendo en autores como J.-B. Rousseau, Pluche, D’Alambert, F.-M. Grimm, Brosses o J.-J. Rousseau. En el XIX, sin embargo, el concepto se aplica sobre todo a las bellas artes, especialmente a partir de Wölfflin, y no aparece como categoría de la historiografía musical hasta principios del siglo XX, con las obras de Dent, Sachs, Grout o Bukofzer, llegando hasta Palisca, Buelow, Taruskin o Heller. Realizamos la genealogía del concepto y mostramos la vaguedad de las distintas posiciones historiográficas.