Resumen
María Zambrano calificó a los románticos de Jena como metafísicos del arte o de la creación. Y, pese a las invectivas que contra ellos dirigió, no dejó de reconocerles como una de las poco frecuentes uniones fructíferas de poesía y filosofía. Friedrich Schiller es una de esas mezclas únicas, capaz de manejar como pocos la armonía tensa –como la de la lira heraclítea- entre tradición y novedad. Filósofo, poeta y dramaturgo, aúna pensamiento y capacidad artística en el marco del idealismo alemán, hechizado tanto por el criticismo kantiano como por el gran mito griego que va de Hölderlin hasta, incluso, Marx.