Resumen
Después de la Segunda Guerra Mundial, tras sus destrucciones y masacres, se pone en marcha un esfuerzo de reconstrucción de las relaciones políticas y económicas tanto a nivel nacional como internacional. A nivel interno de los Estados se observa una reafirmación de la política de intervención pública con un enfoque claramente social. Se propone el Estado social, también como alternativa a los programas más radicales, los comunistas, de socialización de la economía. Se impone la economía mixta, en la cual el papel de la intervención pública es fundamental (...)
Sin embargo, la reconstitución de una densa dimensión pública se hace sin proponer de nuevo el antiguo esquema anárquico de relaciones internacionales, dictado por una idea absoluta de soberanía nacional. Esta se abre, se enfrenta y se modera con el Derecho internacional. Se prohíbe en primer lugar la guerra como instrumento de política exterior. Esto encuentra una correspondencia supranacional en el orden normativo de la nueva Organización de las Naciones Unidas. El proyecto y la obra, en resumen, consisten en regular relaciones y territorios antes solo dirigidos por las dinámicas de fuerza existentes. Se confía en el Derecho conjugado con lo público y con la solidaridad.