Resumen
Como es bien notorio, vivimos actualmente en Europa tiempos de crisis, especialmente crisis económica y política. Hoy en día están en cuestión, de modo general, los espacios y los métodos tradicionales con los que se forja y se mantiene unida la sociedad europea, y las instituciones se ven continuamente desbordadas en su capacidad de anticipación y ejecución. La incesante sucesión de acontecimientos y circunstancias, así como sus consiguientes transformaciones sociales, dificultan más que nunca la elaboración de análisis, reflexiones y propuestas. Semejante desconcierto también sucede, por qué no decirlo, debido a la emergencia y urgencia de los intereses. Como justa consecuencia, la ciudadanía busca responsables, certifica malas prácticas e ideas y reclama nuevos caminos y nuevos horizontes para fortalecer la justicia, el bienestar y la libertad.