Resumen
Como la minuciosa biografía de Jerry Z. Muller muestra, Taubes no fue un “gran pensador” (ni siquiera un “gran pensador judío”, página 516) que pusiera todo en peligro, aunque el propio Taubes se imaginara a sí mismo con frecuencia en la posición de invocar fuerzas inauditas, sino un profesor, y su especialidad —nada impide que consideremos una especialidad el apocalipsis o el mesianismo, el gnosticismo o el nihilismo e incluso la revolución— puede perfectamente convertirse en materia de examen: de hablar a los estudiantes viviría de hecho Taubes. Es fácil darse cuenta, sin embargo, de que la universidad como institución no fue realmente, ni en Europa ni en América, el lugar apropiado para el desarrollo del pensamiento de Taubes.En 'Los intelectuales y la universidad’, un escrito publicado antes de los acontecimientos de 1968 y recogido en Del culto a la cultura, el propio Taubes demostraría ser plenamente consciente de ello.