Resumen
En 1957 el físico norteamericano Hugh Everett III (conocido también por ser el padre de Mark Everett, el cantante e instrumentista de Eels) elaboró una ingeniosa teoría que proponía una aceptable salida a la inquietante paradoja planteada veinte años antes por el austríaco Erwin Schrödinger: la del gato que, introducido en una siniestra caja, podía, según la física cuántica, permanecer vivo y muerto al mismo tiempo siempre y cuando quedara lejos de la mirada del observador. Al lanzar la teoría de los mundos paralelos y su coexistencia simultánea en un multiverso que posibilita que el gato esté muerto en uno de ellos mientras goza en otro de una excelente salud, Hugh Everett III no sólo libró al desdichado gato de ese insoportable limbo de incerteza que supone estar vivo y muerto a la vez, sino que dio carta de naturaleza a una de las ramas más fecundas de la literatura especulativa, la que se basa en la posible existencia de mundos alternativos y en cómo éstos podrían o no interactuar.