Resumen
En el cruce de caminos
Podemos entender esta obra colectiva con una metáfora tópica doble: como un cruce de caminos o una encrucijada. Sobre este último sentido, el de encrucijada, volveremos al final. El cruce es un lugar de encuentro o de encuentros, en plural: buscados o fortuitos, necesarios o accidentales, únicos, esporádicos; de caminos diversos que están de vuelta y otros que van tras sendas que, a veces, llevan a continentes ricos y desconocidos y, otras, que transitan sendas que no conducen a ninguna parte. En suma, caminos que vienen cargados de historia y otros que marchan al olvido. Sea como fuere el destino de cada uno de ellos, el cruce es un lugar que propicia el encuentro y la mixtura; que propicia que el transeúnte, el viajero fatigado o el caminante ocioso se encuentren e, incluso, se detengan a narrar sus respectivas experiencias, sus distintos saberes.