Resumen
El mercado ha convertido al hombre libre, que poseía los medios suficientes para cubrir sus necesidades vitales, en un individuo pobre y esclavo. Esta es la premisa que articula el pensamiento socialista. Al menos, aquél que se considera a sí mismo socialista —que difiere enormemente del socialdemócrata— cree que esta premisa es potencialmente verdadera.