Resumen
La ontología heideggeriana comprende la angustia como el estado de ánimo en el que el ser se hace patente como la imprevisibilidad propia de la existencia [Dasein]. La fuga del sentido y la comprensión desvela la base anímica que yace en los cimientos de todo discurso. El análisis de una novela lírica como es el Hiperión de Hölderlin permite mostrar, a través de las aportaciones del existencialismo, una reivindicación de los espacios anímicos previos a la dicción. Al situar la angustia en el lirismo romántico se facilita el acceso a uno de los conceptos esenciales de Ser y Tiempo: el encontrarse [Befindlichkeit].