Resumen
La literatura secundaria sobre la obra de Odo Marquard (1928) no proporciona del todo una imagen adecuada de su importancia: a pesar de las facilidades que su estilo literario ofrece a los lectores, hay dificultades a la hora de aceptar lo que superficialmente parece un planteamiento conservador o conformista, como si los dos conceptos en mi opinión más precisos de su pensamiento —sképsis e hypólepsis— acabaran confluyendo en una misma corriente semántica, estancada en alguno de los meandros de la historia de la filosofía o de la filosofía de la historia.