Resumen
Me parece recordar que algún crítico señaló en alguna ocasión que la prosa de H. James es tan opulenta y grandiosa como un transatlántico deslizándose sobre el océano. Ciertamente su sintaxis elaborada, el párrafo largo, elegante, complejo, el vocabulario amplio, suntuoso, las amplias digresiones, las descripciones extensa; es una imagen poderosa y seguramente acertada… siempre que se añada que las aguas sobre las que ese barco de lujo navega son indefectiblemente aguas profundas recorridas por peligrosas corrientes.