Resumen
Es difícil escribir un texto en el que tú mismo eres el personaje principal, por eso siempre me ha parecido fascinante y valiente la forma en la que Thoreau escribió en Walden:
"En la mayoría de libros se omite el yo, o la primera persona; en éste se mantiene; respecto al egoísmo, ésa es la principal diferencia. Por lo general, no recordamos que, al fin y al cabo, siempre es la primera persona la que habla. No hablaría tanto de mí mismo si hubiera otra persona a quien conociera tan bien. Por desgracia, estoy limitado a este asunto por la pobreza de mi experiencia. Además, por mi parte, exijo de todo escritor, antes o después, un relato sencillo y sincero de su propia vida." (H. D. Thoreau, Walden, trad. de J. Alcoriza y A. Lastra, Cátedra, Madrid, 2005, p. 61.)
Me encantaría mantener esta cita como lema de mi currículum y, para aquellos lectores que no sientan particular interés por mí, hablaré de mi experiencia con la filosofía (o de la filosofía conmigo), tan común y corriente como la que haya podido tener cualquiera.