Resumen
El espejo en el cual el pensador y escritor Jean-Paul Sartre se refleja acaba mostrando la impotencia creativa de un alma tempranamente literaria; entidad que no cesa de autocrearse, un ser que comienza a concebirse a través de esas "pesadas piedras" (Les mots, p. 35), la eternidad propia de los libros. El libro le habla, le cuenta ficciones, muchas de ellas paradójicas, intentando así encontrar el insondable abismo de un ser perdido. Es pues frente a este espejo que debemos preguntarnos por esos demonios interiores que el escritor suelta a través de la tinta de su pluma. Y es justamente por la voz y el recuerdo que los demonios despiertan y fluyen a través de las palabras.