Resumen
En el siglo XX, la novela histórica sirvió a menudo para rememorar épocas históricas que, debido a las recientes convulsiones, habían quedado distantes. Si la Primera Guerra Mundial pudo considerarse como la destrucción definitiva del mundo que había surgido en el siglo XIX, una novela como Moiken Peter Ohm de Margarete Boie, publicada por primera vez en 1926, es también un documento de tales convulsiones, ya que el mundo de la isla de Sylt a inicios del siglo XIX que se describe en la novela pertenecía a ese pasado que no puede seguir experimentándose directamente, sino que tiene que reconstruirse.