Resumen
El 21 de setiembre del 2012 una adolescente holandesa quiso invitar a su fiesta de cumpleaños a todos los amigos que se había hecho en Facebook. La invitación se disparó por la Red y al día siguiente unos 16.000 jóvenes llegados de toda Europa invadieron el barrio Haren de la pacífica Groninga. La policía tuvo que movilizar a quinientos agentes para contenerlos, pero no pudo evitar que causaran daños millonarios en los espacios públicos donde acamparon.
El cumpleaños de Merthe fue una de las primeras colisiones frontales entre el mundo virtual y el físico. Lo había provocado una red social que apenas ocho años antes aún no existía.
Desde aquellos días no tan remotos, el poder catalizador de las redes no hizo más que crecer. No se limitó a crear vínculos entre la gente anulando la distancia que los separaba. También le impuso la necesidad de vivir permanentemente conectados. No tardó en intervenir en la vida política y desencadenó movilizaciones callejeras de una inédita magnitud.