Resumen
En su obra literaria, Tolkien crea un complejo mundo ficcional en el que sitúa distintas razas y pueblos con su propia historia y cultura. Debido a la motivación filológica de su obra, en obras como El Señor de los Anillos es posible observar la idiosincrasia de estos pueblos a través de sus ritos y costumbres, su lengua y habla e incluso sus nombres. La adaptación cinematográfica de la obra de Peter Jackson, sin embargo, ofrece un elemento añadido que permite representar la identidad de cada uno de estos pueblos: la banda sonora. La música de Howard Shore, de este modo, contribuye a la configuración de la identidad de elfos, hombres, hobbits u orcos, gracias al uso de determinados instrumentos, temas, modos o dinámicas.