Resumen
Cualquier texto reciente de reflexión sobre la medicina, al menos sobre la medicina en Occidente, está necesariamente abocado a tomar postura en la disyuntiva entre aceptar o no el cientificismo. Bien es verdad que es posible una posición intermedia entre ambas opciones, aceptando algunas de las premisas básicas del discurso científico actual y siendo crítico con otras. No obstante, ni el cientificismo ni sus críticos (entre los que destaca Michel Foucault y su legión de seguidores) se caracterizan por la moderación de sus posiciones, adoptando muy a menudo sus discursos un carácter totalizante, que podría denominarse teológico.