Resumen
Quizás hay un adjetivo, al pronto chocante, que nos permite calificar la ya abundante producción de Simon Critchley. Me refiero al adjetivo anfibio. Me resulta admirable su capacidad para sumergirse y también habitar espacios terrestres y medios acuáticos. Si en algunos casos la trayectoria de un pensador es un camino, en otros una huida y en muchos una ruptura, en su caso despierta admiración su condición dual que le lleva no a trazar un trayecto entre extremos escindidos, tampoco a refugiarse en uno de ellos y menos a romper con ambos. Así dicho puede resultar un tanto abstracto, por eso descenderé al detalle, pondré algunos ejemplos.