Resumen
En el primer trimestre de 2020 el mundo pareció venirse abajo. Una extraña enfermedad contagiosa, aparecida en una remota (para quien esto escribe) ciudad de China, se expandió con insólita rapidez por todo el planeta y provocó una terrible pandemia a resultas de la cual, un año después, los contagiados reconocidos –a saber cuántos no aparecen en las cifras oficiales– se contaban en guarismos seguidos de ocho ceros y los muertos por millones. Y persistía sin aflojar su capacidad de infligir daño… La exótica y misteriosa “neumonía de Wuham”, cuyo origen, si atendemos a las voces más competentes, procede de una zoonosis (es decir, consiste en una enfermedad transmitida en su momento inicial, y de forma natural, de animales a seres humanos), se convirtió en la ya famosa “enfermedad por coronavirus COVID-19”.