Resumen
Podríamos decir que es descabellado descartar la posibilidad de que Platón sabía lo que hacía al presentársenos esotéricamente como un contador de mitos. Contaba con el precedente de Homero y le discutió, pese a admirarlo, la cuestión capital que en la República se resuelve en dos partes: la idea del bien, sobre la que se guarda un silencio representativo, y el mito de Er. ¿Se presenta Heidegger al lector como un contador de mitos? ¿Cuál es su propósito? ¿Quién está en condiciones de responder a quién?