Resumen
1. Carácter y contexto de la guerra. El año 1805 presentaba nuevos desafíos a la administración del presidente Jefferson y a James Madison, secretario de Estado en aquel momento. La victoria de Nelson en Trafalgar el 2 de octubre ante la armada francoespañola constituyó una clara señal de que el dominio británico del mar no tenía adversario alguno que pudiera hacerle frente. A este hecho siguió otro de igual trascendencia: la victoria de Napoleón en Austerlitz el 2 de diciembre sobre las fuerzas combinadas de Rusia y Austria. Se avecinaba un tiempo en el que Napoleón gobernaría Europa continental de forma equivalente al dominio que la flota británica ejercería sobre el mar. La guerra entre los dos grandes poderes políticos de la época prometía gran intensidad en el enfrentamiento. Inglaterra trató de asfixiar el continente bloqueándolo y extendiendo su imperio gracias en parte al control que poseía sobre el comercio europeo. De particular importancia para los Estados Unidos fue que el control del comercio colonial y mundial comenzaba a tornarse cada vez más explícitamente un instrumento bélico. En consecuencia, como ha indicado el historiador Ralph Ketcham, “los días en que se trataba con delicadeza al comercio neutral, de fidelidad al derecho internacional y de negocios decentes con terceros, habían quedado atrás”.