Resumen
Uno de los principales objetos de las investigaciones de Max Weber sobre el trabajo industrial son los cuerpos de los obreros. La necesidad de una constante disciplina de los hombres en el trabajo para convertir sus cuerpos en instrumentos eficientes y volver sus movimientos y comportamientos mesurables y previsibles requiere el uso de conceptos tomados de las ciencias naturales, aunque adaptados al ámbito social de la industria. Las ciencias sociales toman aquí forma a través de la disección y recomposición de los movimientos y los actos de los hombres. Sus leyes están libres de valores, pero en ningún caso son neutrales: la resistencia de los trabajadores para evitar su completa incorporación al sistema de producción —considerada por los científicos un obstáculo para el proceso de racionalización— revela aquí todo su carácter político.