Resumen
Mientras tanto, soportando la decepción lo mejor que podía, me regocijaba en la contemplación de los bocetos y en la esperanza de los dibujos que aquellos llegarían a ser. Los bocetos me dieron que pensar más que mi infortunio. Vi que estos eran impresiones tomadas directamente de la naturaleza, no diseños artificiales, como sus Cartagos y sus Romas. Se me ocurrió que tal vez incluso en el artificio de Turner podría haber más verdad de la que yo había entendido.