J. J. ARREOLA, Narrativa completa

Resumen

En todas sus fábulas maravillosamente intuitivas y en todos sus cuentos fantásticos a menudo extravagantes e inverosímiles en su inalcanzable aspiración oculta a ser esenciales, Arreola resulta ser acreedor al título eminente de discípulo de Borges, en especial el cuento que Borges consideraría el mejor del escritor mexicano, El guardagujas, cuyo precursor directo y fuente de inspiración era El guardavía de Dickens de manera directa. De Borges, como sabe el lector avezado, ni entonces ni ahora han quedado discípulos reconocidos, mientras que los discípulos de Dickens son legión. Es verdad que la obra literaria de Borges, la cual puede definirse como un ejemplo insólito de escritura pura -sea lo que eso sea- al menos en su aspiración sincera en la misma lengua que Cervantes, es enormemente carismática, pero Borges, quien había leído a los grandes escritores ingleses desde la infancia, nunca fue capaz de escribir en inglés, y lo que Borges hubiera legado al lector en todas partes es el fruto imposible de la imaginación.