Resumen
En la segunda mitad del siglo XIX se observan una serie de rituales sociales que legitiman la idea de «distinción», aludiendo a un prestigio que va más allá del orden puramente material, y que tiene que ver con un valor intangible que se puede cifrar en cierta «dignidad de clase». Autores finiseculares como Thorstein Veblen, Gabriel Tarde o Georg Simmel advirtieron tempranamente el carácter casi místico de este fundamento de distinción, que se afirma por oposición a la nueva clase dominante. La burguesía se convertirá en el punto de referencia negativo respecto al cual establecen su canon de distinción dos grupos: la clase nobiliaria y el artista moderno. Para comprender cómo surgen estos rituales y en qué se fundamentan, se analiza el origen y la diferencia entre tres conceptos que intervienen en la naturaleza de estos rituales: «distinción», «civilización» y «cortesía», y los signos que la determinan.