Resumen
Con el 2007 recién estrenado, el nombre de Clint Eastwood volvió a sonar una vez más en los medios de comunicación y en las listas de premios cinematográficos. Si bien su díptico sobre Iwo Jima llevaba anunciándose durante más de un año, lo cierto es que en los últimos meses fue creciendo la expectación ante la última entrega de Eastwood, quien a sus 76 años encontró fuerzas para rodar dos películas sobre un mismo hecho —la batalla de Iwo Jima—, contado desde el punto de vista estadounidense (Banderas de nuestros padres) y japonés (Cartas desde Iwo Jima). Posiblemente, la curiosidad ante este experimento y el magnífico nivel que Eastwood exhibió en sus dos películas anteriores hayan sido la causa de la relativa decepción que muchos se han llevado al ver entero el díptico sobre Iwo Jima, un atractivo aunque quizá poco relevante relato de guerras.