Resumen
Este ensayo trata sobre el modo en que la literatura americana se relaciona con la “tradición”, interrumpiendo y repitiendo a la vez un pasado que apenas recuerda. En tal sentido, apunta la cuestión de una “traducción”, de la necesidad de un lenguaje del Nuevo Mundo. “América”, tal como se proyecta en su literatura, no es tanto una historia de lo que ocurrió como un sueño al que hay que llegar. Es un punto de llegada infinitamente diferido por el acto de buscarlo. Nombrado por anticipado, con viejos nombres, es a la vez una metonimia y un nombre equivocado.