Resumen
Walter Savage Landor decía que Dickens le arrancaba sonrisas y lágrimas. En la larga novela de Los papeles póstumos del Club Pickwick hay, de hecho, episodios cómicos y trágicos, capaces de arrancar, en efecto, la risa y el llanto del lector. Es mérito del novelista haber sabido combinar ambos extremos en el transcurso de la acción: es el arte de Dickens, en otras palabras, lo que abarca, sin destruir la coherencia, la multitud de escenas que desfilan ante nosotros. Ningún novelista puede dejar de ser, en cierto modo, cronista de la realidad que hace revivir en sus páginas, que serán, si estamos dispuestos a admitirlo, un reflejo de cuanto conocemos, directa o indirectamente, por experiencia propia o, como en este caso, a través
de su obra.