Resumen
Es ésta una lectura que genera resistencias. El análisis que se hace de nuestro comportamiento cotidiano, en concreto de todos nuestros añadidos tecnológicos, nos
pone en contra del texto desde el principio. Puede ser porque el autor cuestiona las rutinas de uso que nos han ido poseyendo en estos años, dejando entrever el trasfondo metafísico que ocultan. Puede ser también que se despierte la resistencia por la abundancia de ironía que hay en este libro. Es difícil saber si uno está de la sonrisa para dentro o para fuera, si está leyendo lo exotérico o lo esotérico del discurso de Bolz. Y no es difícil, sin embargo, sentirse concernido por esta ironía, porque todos tenemos más o menos tendencia a buscar refugio y aquí se ensalza la intemperie. Fiel a la escuela de hombres desnudos de la que proviene, Bolz no inclina sus párrafos ante la cátedra deificada de turno.