Resumen
En este libro no se trata de la posibilidad, sino del significado del aniquilamiento de los judíos. Desde el comienzo de su ensayo, Burrin asume que es imperativo ir más allá de, o incluso obviar, los análisis de Hilberg, y su conocida exposición del genocidio como un proceso de destrrucción organizado en cuatro fases bien distinguibles: definición, expropiación, concentración y aniquilación. Por otro lado, también es importante, cree Burrin, abandonar la idea del antisemitismo como una pasión diabólica, como una abominación del pathos colectivo.