Resumen
La tradición religiosa intrínseca al ser humano tiene su origen y elección en un dolor que perdura considerado como indefensión, validado y ejemplificado suficientemente en los personajes de la narrativa de Hemingway. Distintos, padecen amargamente su falta de compleción. De hecho, están desconsoladamente afligidos y debilitados por las consecuencias adversas de una guerra indeseable que causa estragos. A pesar de sus irreparables daños, físicos y sociales, Jake Barnes y Frederick Henry enfrentan voluntariamente lo que los investigadores llaman “el momento de la verdad”, aceptan felizmente el fracaso como perdedores ufanos. De este modo, se ayudan a sí mismos a través de una inteligente reconciliación para destacarse del resto de una deshumanizada existencia.