Resumen
Entender la noción del “mediocre” es entender la columna vertebral que articula y da movimiento al gran cuerpo de una producción literaria especial y única: la literatura rusa del siglo XIX. No cabe duda de que nos hallamos ante el asentamiento de un arquetipo literario de cuya complejidad intentaremos dar cuenta como trasunto de múltiples realidades. Para ello, se propone una genealogía del mediocre para cuyo análisis se ha optado por un abordaje bajo la doctrina de la Kénosis, término teológico de origen griego que alude a la autohumillación de Cristo, considerándolo, no desde una perspectiva netamente teológica, sino desde otra más amplia y cultural. Este “despojamiento”, fuertemente enraizado en los orígenes de la concepción cristiana oriental, y del “alma rusa”, se refleja literariamente en la figura del mediocre, a la que nos aproximaremos mediante un estudio de corte tipológico que aúne los caracteres más paradigmáticos de esta literatura, los cuales encontramos en las siguientes obras: Diario de un hombre superfluo, de Turguénev; El Capote, de Gógol; Oblómov, de Iván Goncharov; y Memorias del subsuelo, de Dostoievski.