Resumen
Al comienzo, una coincidencia sugerente: Mosley y Keynes contra el patrón-oro. Después, otra, parcial al menos, con Hjalmar Schacht. En el fondo, la adhesión, nunca desmentida, por los principios de Moore contrarios a la metafísica naturalista, provisto de los cuales combatió algunas referencias del siglo, como la Probabilidad asociada a Wittgenstein y Ramsay, al tiempo que acogía con simpatía otras como el Psicoanálisis. A ello hay que añadir algunas excentricidades para la ortodoxia vigente: la superioridad del arte (respecto, por este orden: la ciencia y los negocios), también de la cultura y de la clase media (frente al utilitarismo, venga de donde venga), la negativa a aceptar la incondicionalidad de la globalización y de las predicciones matemáticas, la capacidad del mercado para recuperarse por sí mismo.