Resumen
Eso es lo maravilloso en el hombre; nunca se descorazona o se disgusta tanto como para no empezar de nuevo. (Ray Bradbury, Fahrenheit 451)
A casi nadie se le escapa que vivimos hoy un ingente y activo proceso en el que prima el desinterés por los presupuestos o fundamentos intelectuales que han servido, a lo largo de los siglos XVII y XIX, para edificar las expectativas frente al futuro.