Resumen
La pregunta por el sentido de lo político en un mundo que no responde ya a la división de capitalismo y comunismo sigue siendo un reto, máxime cuando la caída en cascada de los regímenes comunistas del Este de Europa parece haber afectadotambién en su legitimidad a la forma política con que se inicia la modernidad política y a través de la cual adviene la democracia: el Estado-nación. Se diría que la única forma legítima de comunidad (¿política?) imaginable ya sería la de una sociedad civil, extensible hasta los límites de la tierra, esto es, una sociedad de sujetos individuales de derechos, volcados en la producción de sí mismos como individuos y que se relacionarían entre sí de manera contractual.