Resumen
Nuestras modernas realidades, sobre todo por el carácter extremadamente complejo de las actuales sociedades, dificultan cada vez más la posibilidad de establecer controles sobre ellas y, sobre todo, y esto es aún más importante aún, toda posibilidad de representación sistemática que nos transmita una información veraz de los comportamientos. La tecnología se ha convertido en un instrumento tan útil para el poder como para los que supuestamente deben estar bajo el manto de ese poder. El control de la sociedad mediante
el optimismo de la ingeniería social va encontrando cada vez mayores dificultades para desplegar sus redes.