Resumen
Tal vez el éxito de Michael Oakeshott como filósofo político esté relacionado con su defensa del sentido común, en continuidad con toda la tradición del conservadurismo anglosajón. Quien fuera profesor de Ciencia Política en la LSE y autor de brillantes ensayos sobre el racionalismo político defendía una visión de las cosas alejada de los tecnicismos y los fuegos artificiales de la jerga académica. Por eso, el que lea cualquiera de los libros aquí comentados puede sentirse abrumado por una mirada ingenua, pero sentirá sin duda atracción por ese resplandor sencillo y optimista que adquiere en la excelente prosa de Oakeshott el sentido de un argumento definitivo. En La voz del aprendizaje liberal continúa su visión práctica de las actividades humanas, pero aplicadas ahora a la educación, en particular a la enseñanza universitaria.