Resumen
El “racismo” no es una práctica meramente residual, procedente de un pasado que seguiría operando en el presente de forma más o menos incidental. Es, por el contrario, una práctica extendida en las sociedades contemporáneas —incluyendo especialmente los casos de Europa y Estados Unidos— que recupera valores e ideas de larga trayectoria y se actualiza en un tejido de fenómenos susceptibles de análisis crítico y de intervenciones político-culturales orientadas por un antirracismo militante. La premisa inicial de Wieviorka —eminente sociólogo francés, conocido por su trabajo sobre “racismo”, “diferencia cultural”, “movimientos sociales” y “democracia”— no resulta especialmente novedosa, pero ello no niega su drástica vigencia en nuestras sociedades o el itinerario teórico de relevancia que le permite construir.