Resumen
Como todos los libros clásicos, Los viajes de Gulliver procuran la impresión de haber sido leídos muchas veces y no haber sido leídos nunca. La repetición y la sorpresa, la familiaridad y la extrañeza se suceden cuando abrimos sus páginas. Una nueva traducción de la obra maestra de Swift es una ocasión para corroborar esa impresión. Confieso que lo primero que he leído, y lo único a lo que aludiré aquí, es el pasaje del “sextunvirato” que Swift enumera en el capítulo 7 de la tercera parte, en el viaje a Glubbdubdrib, la Isla de los Brujos o Magos.