Resumen
Lamentaríamos menos que Shakespeare no sea en realidad una obra de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957) si estas páginas no nos hubieran dejado con el deseo de leer muchas más. El deseo de leer más, o la avidez del lector, son el único y verdadero motor de la literatura, si la literatura no es un arte que tenga un punto final en sí mismo. Lecturas como la de Shakespeare de Lampedusa —un libro, por así decirlo, inexistente— nos recuerdan precisamente que, más allá del arte de escribir, es factible hablar de un arte de vivir por el que tienen sentido los trabajos de la imaginación.