Resumen
Hoy en día vivimos entre pantallas. Pero no siempre fue así. El cine fue la pantalla hegemónica durante gran parte del siglo XX, desde que los hermanos Lumière inventaran, en las postrimerías del siglo anterior, un dispositivo mágico para capturar el tiempo para después proyectarlo en un espacio público. Sin embargo, en los tiempos posteriores, este arte ha sufrido una pequeña pérdida de interés. Lipovetsky y Serroy entienden que la disolución del cinematógrafo en el audiovisual, tras haber perdido su antigua posición hegemónica en la sociedad, supone una paradójica oportunidad de desarrollo para este arte.